Hemos elegido a uno de los autores que más nos ha impactado últimamente, Pablo Gutiérrez, y en concreto un fragmento de su primera novela editada:
Rosas, restos de alas. Ha sido un honor para nosotros poder contar con el apoyo del autor y que haya querido compartir su trabajo con nosotros, así que vaya por delante nuestro agradecimiento.
Les invitamos pues a leer este fragmento y a que nos envíen las imágenes que les sugieren dichas palabras. Pueden hacernos llegar sus archivos, preferiblemente con una resolución alta (300 ppi), ya que la foto ganadora será incluida en nuestra edición en papel, a través de redaccion@treintaycuatro.es. Tienen de plazo hasta el 1 de junio. Se animan? Pueden invitar a participar a quien quieran!
Grafía:
Mi mujer dice: haz una lista. Me da un cuaderno y un lápiz,
como si fuera un escolar. Pongo su nombre con redondillas y ella arranca la
hoja y llora.
Llora. No como una niña ni como una vieja que piensa que ya
no vienen a visitarla. Llora de verdadera molicie. De verme feo y sin uso,
incauto.
Le pido no me dejes. Ella enciende la televisión y me mira
como diciendo dame tregua, no te rebajes, vete de putas, véngate, date cuenta
de que hace seis meses que no te beso, un año que no te hurgo, dos que casi no hablo
contigo; dice grita, bebe, da un portazo, mátate con el coche, escapa de mí,
piensa que te he reventado, que te he rajado la vida, que me cagado en tus
ideas, en tu identidad, que te he rascado por dentro y he soplado dentro de ti
como dentro de un cristal fundido y luego te he estrellado contra el suelo.
Mi mujer dice: haz una lista, llévate lo que quieras. Lo que
quieras. Menos a mí.
Y pienso: quiero
una guerra
un sótano
ella y yo refugiados
astillas, barriles de vino,
mantas de arpillera
le digo
no tengas miedo
no llores
pero ella llora en mi camisa
y su cuerpo tiembla
(sopla cálido, del sur)
como los árboles que veo desde la
habitación
Quiero, firme: guerra, invasión, pogromo, treblinka contra
occidentales aburridos, la nefanda raza de anodinos occidentales que --brama
en sus micrófonos el líder-- hunde nuestra nación con sus banalidades (fiebre de aplausos, las juventudes
antisustanciales golpean el suelo con sus estandartes).
Quiero (pienso) un ombligo para los dos, el hilo de oro que
nos cosa las costillas.
Quiero que no te vayas. Mejor, firme: quiero que no tengas
adónde.
Pablo Gutiérrez
Rosas, restos de alas
(Lengua de Trapo, 2011)